ra noche
terminado, y ahora solo quedamos M
ra con el sueño roto de ser bailarina, conocí al hombre más pod
os una rumba lenta y silenciosa. Su c
", susurra
comparándome con la diosa
de su primer amor, Yolanda Salaz
da de Miami. La vi. Vi el tatuaje de
la espalda: un árbol de ceiba. Un s
río recorr
digo en
nernos si algo no está bien. Máximo se detie
ntes mal
o. Voy a bu
y vacío. Sobre una mesa, hay una pequeña
n miniatura, un paisaje vibrante
nota escrita a mano, no
as a mi lado, pero sé
e de mi Padrino, el santero que
hombre para ti
conocí, después del accidente qu
r que el hombre más atormentado de La Habana, Má
frendas, para ganar su corazón. P
lta con caracoles: el aché de Máximo
fallas, debes aceptar tu destino. Aba
me encuentra de pie, temblan
amor? ¿Te duele
ano sin mirarla y la deja sobr
n té de manzani
el té. Pero justo antes de dármelo, abre
ue no sopor
la miel