ario, y durante mil años, mi vida estuvo at
do, fui su bend
creció bajo mis ramas, pro
er" de vinos que envenenó su co
rama y por complacerla, Mateo ordenó lo imp
l se congelaba, mi cuerpo
ueldad no
r mi madera para barricas y ¡quería mi s
da, el niño que juró protegerme me apuña
lamaba alma de su viñedo, convertirse en un mons
drió tanto como para olv
e instante de traición absoluta, la deuda de mil año
e de la naturaleza, lista para desatar una pla
virtió en mi condena, y a