te en el pecho. Estaba en mi cama. Curtis e
sde el salón. Era
bécil! ¡No sabe nad
recía. Esa niña me ha estado acosando durante
o lo vi todo desde la v
urtis. Le he 'dado cara' siendo amable cuando lo único que quería
un puñetazo, seguid
convirtió en u
pesar del dolor y el mare
staban en el su
niéndome entre ellos. "¡C
n la mirada. Él se detuvo, su rostr
se un hilo de sangre del l
a de Tessa. Y de
fuerzas pa
ayudándome a volve
rlo. Esto es demasiado", dij
vale la pena. Me voy mañana. Solo...
ho la verdad sobre él hace años. Sobre lo cruel que podía ser. So
"No es tu culpa. Yo es