a caja en ese mismo mo

sobre la suya-. Ábrela el día del nac

e su escritorio. Era tan fácil manipularlo cuando se

duchaba, t

puesto, era la fecha

una foto de ella, sonrien

otos suyas, robadas, tomadas a distan

sobre la de ella. Sus gustos, sus aversiones, las marcas de ropa qu

olcaba su amor no correspondido y, para mi horror, el plan detallado para asesinar a mi pa

ropio teléfono, llamé a un abogado. Le di instrucci

ue Máximo nunca podría seguirme hasta allí. Le tenía un pánico atroz a volar desde que s

porte. Estaba en la finca familiar, la casa don

sintiendo un nudo de

parcado en la entrada. Él bajaba del asiento

a me había dedicado a mí

portante en la bodega? -le pregunt

bresaltó

del hospital por su fiebre e Iván está de viaje d

sposo, me sonrió con una malici

áximo, y llegó en menos de quinc

e normalmente lleva cuarenta.