ía silla de cuero de la oficina del notario, con los papeles de nuestro matrimonio civil extendidos sobre la mesa de caoba. Llevaba cin
bía advertido. Mis amigos me habían suplicado. Pero yo estab
ia, unos "nuevos ricos", dependían por completo del favor de los
io nos pidió las firm
e en la pan
ra" e "independiente" que él admiraba en secreto, mient
stro se transformó en
¡No hagas ninguna tontería!
in una pizca de di
ó suicidarse.
la notaría, dejándome sola con los papeles
re con el silencio. El mío se desvanec
iluminó mi teléfono. Era una publicación de Sasha en Instagram. Una foto de ella, en la
pués, llegó
o no te preocupes. Puedes ser la segunda, mi amante. Una vez que tome el c
era un veneno frío que se extendía por mis venas.
borré su número. Luego, busqué en mis cont
Law
a de las grandes familias de Bogotá. El hom
al prim
uci
"necesito un favor. ¿Estás
, una respuesta simple
emp
o, firmé los papeles de ma