gaños, humillaciones y promesas vacías, mientras yo
la, me atropelló con su coche, dejándome tirada en el asfalto. Mi esposo, en
ue mi abuela, la única persona que siempre me apoyó, no lo resistió y también falleció. En un únic
e, me agredió y me acusó de fingir. ¿Cómo podía ser tan ciego, tan monstruoso, des
errumbado, pero era la oportunidad de reconstruirlo desde cero. Era hora