ente como la recordaba. Un mar de caras sonriente
García, me saludó con un a
Qué bueno verte! Sofí
nco que disimulaba sutilmente su estado. Estaba radiante,
mí, tomand
jo, su voz un susurro melodioso. "N
leda, lejos de las
Sus ojos se llenaron de lágr
entos. Pero me he dado cuenta... me he dado cuenta de que eres tú. Siem
eña caja de su bolso. Un an
igo, Javier.
o en que mi corazón se desbordó de feli
con una calma qu
a abrazarla. Tomé la ca
ije, mi voz su
palideci
le ofrecí una mano para ayudar
artamudeó. "Pens
mor no se basa en mentiras. Y t
usurro. "Felicidades por el bebé, por ci
dó sin palabras, su boca abriéndose y
o lo sabes?",
hombros. "Ahora, si me disculpas, he visto
da en la hierba, su pla