cío, contaminado. Cada objeto me recordaba
, pero no era una simple
uemé en el fregadero, viendo cómo las palabras de amor se convertían en ceniza negra. Su
. Con cada objeto destruido, sentía
cho en casa. Iba a llevarme mi ordenador portátil. Al mover un
ocumentos de arquitectura. H
e él y
a la sierra, abrazados. Las fechas en las fotos se remontaban a
n collar. Un collar que yo le había
uerza brutal. No era solo una infidelidad reciente. Mi
Un mensaje de un
que el acuerdo matrimonial ha sido enviado por mensajería urgente a s
olpeó. Iba a casarme con un hombre al que apenas conocí
ento, oí la llav
vi
iento y falsa contrición. En sus mano
ante. "Sé que no hay palabras. Per
ía una peineta de carey. B
ielo y tierra. El mejor artesano de Sevilla ha trabajado tod
y débil, mi corazón vaciló. El gesto
ncajaba. El peso. Era demasiado ligera. El t
davía guardaba el fragmento de la origina
ué. Lo coloqué junto
o. El grabado del nombr
pequeña marca en la
ión. Una réplica b
a más cruel y burda posible. No había restaurado nada. Había com
ue me dejó sin aliento. La desesperación me aho
o momento, so
en?", preguntó Ja
nsajería", dije
sa en una mano y el fragmento real en la otra. El contraste en
con un sobre g
as & Asociados", dijo, leyendo el remitente