arajas era el sonido más dulc
l control de pasaportes. A su lado, Javier, el jornalero con ínfulas de grandeza, l
dijo el agente de inmig
o de nuevo," exigió Isabela, s
ntentó una, do
ido anulado. Oficialme
có su tarjeta de crédito, una America
cción d
con
neg
ot
neg
había dado, estaban congeladas. Estaba atrapad
entras yo estaba en el despacho
i DNI no funciona, mis tarjetas están b
ra un chillido agud
an de pie frente a mi escrit
" susurró Sofí
el te
a calma sepulcral. "Y los muertos
de que pudi
miraron como si f
podido?" ba
antándome. "Ahora, si me discul
personal todavía murmu
irme. "La vida sigue. Es hora de que encuentre una nueva es
ogaron con su pr
or primera vez en días. Se acer
rías conocer. Elena. La hija de mi socio, el señor Castillo. Acaba de regresar de Francia. Es
en
asma. Ella permaneció soltera, ayudándome en silencio
cometería e
ceridad que lo sorprendió.