l Sur" fue mi hogar, un lugar donde mis manos
su arrogancia y la de su "director de in
me despojaron de mi espacio y se burlaban de mi valor, mien
luable y me culpó, ella, ciega por la furia, me despidió sin
oción fueran pisoteados así, mientras una estúpid
a, tomé la decisión de que nunca más me arrodillaría: m