l día de la Fies
húmeda, una mezcla que en mi vida pas
rdiana de la Uva Corazón, la cepa que d
el imperio vinícola d
ecretó: el hombre que yo elija se
hasta los invitados de la capital, esperan
rrogante. Su mirada se cruza con la de Isabella, s
e el futuro ya
reía. Elegí a Ricardo, cegada por un
o el poder, me
s tierras a
mientras él celeb
otra oportunidad. Esta vez,
murmullos a
uerte tiene. Se casa
él está loc
tir
cardo, y ambos se ríen mirando en mi direcc
Sus ojos profundos parecen conocer el peso de mi alma, el recuerdo
dro, ignorando la mano
alma que sorprende a todos
anta, su arroga
mi deber es con Sofía y con el legado de la familia. Te pido que me permitas casarme con Sofía, pero mantener
se mira, incrédula. Incluso Don Alejandro frunc
ido el juicio", mu
no se
ofía lo entenderá, ¿
sperando m
que él conoc
entiendo", digo co
l capataz del viñedo, con las manos curtidas por el trabajo y la mirada honesta.
él fue el único q
a multitud se abre a
e a Mateo. Su so
, una mano f
ue todos me oigan, "el hombre q