stenía una copa de nuestro "Gran Reserva", el vino que me había costado cinco años de mi vida perfeccionar. El
aba a los distribuidores y a la prensa. Yo era el secreto, la e
con una confianza que había aprendido a despreciar. "Este vin
. "Legado de Mateo".
bel, la joven y ambiciosa directora de marketing que él había contratado. Estaba d
visión innovadora y la agresiva estrategia de Isabel. Su energía ha mo
irada de Mateo, esperando, rog
profesional, era una promesa. Era la complicidad de secretos compartidos, de un futuro planeado en el que yo no tenía cabida. Era la misma
aldición, nu
Dejé mi copa intacta sobre una barrica. Nadie se d
noche me golpeó la ca
da fue a la clín
cancelar mi cita para iniciar e
de que pudier
lamada fue a
nicia los trámites de
¿Sofía? ¿Estás segu
ciente", dije,
cia, nuestro principal rival en el negocio, y el homb
mer tono. "¿Sofí
me hiciste hace un año, para crear mi propia línea
z, cálida y seria. "Para ti,
dije.