spaña. Con mi identidad como propietario de "Oro Verde" en secreto, mover hilos par
eo. Su papá hizo una donación muy grande". La sangre me hirvió. Al ir a la fundación, me encontré con Ricard
lujo de su amante con mi dinero, sino que, frente a mi hijo Leo y toda la gente, me negó. "No sé quiénes son
ómo una madre podía negar a su propio hijo con tanta crueldad? ¿Cómo pudo,
ue una farsa. Saqué mi teléfono, ya no como el "campesino" que despreciaban, sino como el verdadero hombre