e de voz
és, el pánico me
abía manda
ía mandad
El hombre que llevab
en mi mano. U
tás? Voy a
dedos al escrib
o una broma con
envenida que Sofía me había organizado, el flamenco se apoderó de mí. Bailé
de nuevo. Era una lla
onte
después, o
migo. O vienes a mi clínica ahora mismo, o voy a
ara. Sabía que cu
a humillación, me golpeó. La forma en que me miró,
Para no verlo. Para no se
a en Sevilla, estaba a punto de enfren
ignada. "Pero no quier
fue inmedia
posición de
-