nube de polvo, mi cuerpo temblaba,
l calor sofocante podían apagar
teo, mi hermanastro, me recibió con desprecio, regañándome p
recordé las risas de mis secuestradores: "Tu hermanito no tiene pr
tarra, la única herencia de mis padres biológicos, valua
; él me había
ermanastro intentó arrebatarme mi
élida encendió una decisión
ra hora de huir y que el