a el premio "Vino de Oro" en mis manos, un trofeo pesado que representaba cinco años de
desprecio. Para ellos, yo solo era Mateo, el inmigrante boliviano que había tenid
euro de beneficio, había salido de mi cabeza y
a se detuvo, las con
ababa de
e, su amor de juventud, y con una mano protec
en cierto modo lo era, y me arrebató el micrófono de
por venir a celeb
e directamente a los ojo
turo. Un futuro que necesita a alguien de nuestra clase,
tendió por la sal
esta noche: mi divorcio de Mateo y s
ayeron sobre mí. Sentí el peso de cientos d
la rabia que sentía. La miré con una cal
irme, "no tienes la aut
voz bajó a un susurro
ma oportunidad para que si
tó una c
o? No me hagas reí