Estábamos en el ático de la Torre Solara, el rascacielos que yo había diseñado y
reía radiante, recibiendo felicitaciones. A su lado, su asisten
s los arquitectos, entre
a mí, su sonr
eto. El murmullo de la fiesta se det
ogió un
, dijo, su voz resonando en el sil
u copa ha
las trepadoras que usan su cuerp
e detrás de ella, que antes mostraba imág
clave. Luego otra, riendo en un evento con el cliente principal.
un fuego que me s
emente atractivo me llevaba en brazos, inconscie
nvirtió en un cla
o", susurré, pe
, su rostro una másc
z era un látigo. "Creía que me am
o que parece. P
os clientes para conseguir contratos? ¿Que
arta al pecho.
ara esta firma. Recog
ue ayer me admiraban, hoy me
sí es como
brillante, pero s
Un traje de él, un vestido de ella, del mismo tejido, del mismo color. Su relaci
, rota. Solo qu