os nos admiraban. Sofía Navarro y
amanca. Teníamos un hijo encantador, Mateo. Nuestr
a verdad. Todo
añándome con Valentina Reyes
tarde. Sus excusas eran siempre "reuniones de obra". Esas
la le regalaba las botas de fútbol más caras.
unto máximo en nuestro duod
tella de vino de la cosecha de mi familia, del año en
eló en el ú
ergencia en un proyecto. N
convincente
éfono iluminarse. Una no
bía subido u
lebrando el estreno de su nuevo realit
e la imagen, es
nreía. Sostenía una copa de r
Estaban celebrando a la
í dolor. Sentí frío. Un frío
, tomé un
an, la serena y elegante
truir el mundo que Javier había constr
do, un viejo ami
Sofía. Necesi
ituación. Le con
rturo. Pero antes, qui
dó silencio
s muy serio. ¿
ado más segur
nanzas, de las cuentas que yo gestionaba, de l
er notarial. Voy a transferir todos mis bienes a un
ofía. Cuent
na la ciudad iluminada. Mi plan había