iso con Santiago. El salón resonaba con aplausos forzados,
rago de aguardiente barato, la risa cruel de los sirvientes y
a en la feria con Camila. La imagen de su traición, su
e Camila. Lo que antes fue un misterio, ahora era una verdad brutal. La inocente que fui no l
clara y el espíritu de revancha, no sería la marioneta. Cuando