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Historia

Capítulo 2 2

Palabras:1090    |    Actualizado en: 21/06/2025

la audaz propuesta de Sofía, una idea que, aunque al principio le había parecido disparatada

novela. En cambio, con los dedos volando sobre el teclado, navegó por portales de empleo, una actividad que no realizaba desd

ue la sacudiera, que la obligara a interactuar, que l

n estudio de campo que la empujara a sus límites. Necesitaba un personaje que

arrio, asistentes de contabilidad para firmas de moda. Nada. Demasiado mundano, demasiado familiar, demasiado sin pasión. Su mirada se detuvo

uego en su mente de escritora: "Editorial Soler". Conocía la editorial, claro que sí. Era una de las más prestigiosas d

a, con una reputación tan gélida como el mármol del Museo del Prado. Los rumores sobre su carácter intratable, su inaccesibilidad y su apodo de "el

na perversa emoción. "El jefe odioso", pensó con una sonrisa torcida, casi maliciosa. Er

a. Ella, la escritora en busca de la verdad de la pasi

ades. La chispa que podría surgir d

o sus logros literarios que ahora parecían irrelevantes y enfatizando sus habilidades organizativas y de comuni

ría su más grande ficción, la que le

ada con los sonidos de Madrid que ahora le parecían una invitación a la aventur a -

balcón, una caricia incongruente con la tormenta

renalina ya bombeando por sus venas, el reloj digital marcando las 6:30 AM con una frialdad numérica que la exasperaba. No había ti

fé molido llenó la pequeña cocina, pero lo bebió de pie, casi de un trago, sin d

ada tensa? La escritora de romances que se disfraza

rancó una risa hueca, un resorte de humor nervioso

dura, algo que gritara "competencia", "eficiencia" y "profes

ía extrañamente formal, el blazer negro de corte impecable que le daba un aire de seriedad impostada. Se observó en el espejo: el cabello, habitualmente indomable, con sus ondas natu

Soler pudiera proyectar sus expectativas más altas. O su desprecio más profun

de cristal y acero que reflejaba el cielo madrileño con una frialdad que la hizo estremecer. Impecable, imponente, con una plac

monolito pulido, a punto de ser aplastada o, qu

e de los tilos recién florecidos, una combinación

nado la recibió, el vestíbulo era amplio, casi cavernoso, con pisos de m

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