a sonrisa que ya n
café que tenía en la
de cerámi
do lo que me debes? Nu
zo, sus dedos cla
, me humillaste
abra era
ué hablaba. ¿Qué de
rompió, él nunca ll
uego... luego ocu
ontaron, desapar
se abrió
elegante, con una m
argas, s
a zorra que volvió
me abofete
a me dio
Por tu culpa Aleja
esc
o observaba, con una extrañ
insultándome
de boxeo para
ue me d
é antes de que tod
el olor a d
ente, más cómoda. Una ví
ojos le
a en un sillón
oso, parecía casi
o supe identificar me rec
abía traído a
esa "deuda" de la
bía dejado plantada. Él ha
de tocar su frente, de a
si me hubiera quem
la habitaci
zón se
Mateo, Javie
e habían agredido en a
agre
co me p