e encontró cara a cara con Isabella Montoya. Era exactament
aba a sus ojos. "Alejandro me ha contado tanto de
iéndose por la casa con la famili
ntó, acariciando una flor. "Siempre fueron mis favo
a. Esas flores llevaban
o. Se detuvo ante la colecció
ntos, ¿sabes? A Alejandro no le interesaba la m
os lomos de los libr
minimalista... siempre fue mi preferido. Le dij
Isabella estaba reclamando cada rincón de su vida, de su casa. E
foto de la boda de Sofía y Alejandro que
sión de fotos de boda en tres lugares: un viñedo en La Rioja, una cala en Menorca y un b
ofía. Eran exactamente los mismos lugar
ó y entró Alejandro. Al ver a Isabella, su rostro s
? ¿Qué hac
ó", mintió ella con una sonrisa
. Se acercó a Sofía y le p
la es como mi hermana pequeña. Crecimo
la sangre. "Hermana pequeña". La misma "hermana" a la
itación, sintiéndose enferma, Isabella apa
ión. Alejandro se preoc
che. Luego, como si se acordara
? A Alejandro y a mí siempre nos gustaron Mateo si era chico, o Alba si
r el suelo de mármol. Eran exactamente los nombres que Alejandro le había
ente, fingió tropezar con el charco
e precipitó hacia atrás, hacia la gran
lones. El dolor f
lla misma por las escaleras, unos es
Ayuda, me
la escena: las dos mujeres en el suelo. Sofía, en un charco de su propia s
jandro fue instant
hacia I
ucho?", preguntó, su voz llena de p
us brazos, fin
gritó Alejandr
zos hacia la puerta, hacia el c
fía, que yacía inmóvil
ó ni una se