nte. Los invitados se marcharon en
ro en el gran salón: el Sr
ra!", ordenó el Sr. Vega. S
"No. Ella ya no tiene nada que hace
asada desbordándose. "Quiero que la despidas. Ah
país ha visto en cincuenta años! ¡Ella es el futuro de Bodegas Vega! ¡Nuestro
ó Mateo, impasible. "Isabel se
al brazo de Mateo como si y
. "¿Isabel? ¡Isabel no sabe distinguir un Merlot
su tono no admitía discusión. "Soy
a, di algo. No puedes permitir esto. Esta bodeg
logía, habían muerto en un accidente en esta misma propiedad, y los Vega me acogieron, no por bondad, sin
vas. Negocié los contratos de distribución que pusieron nuestros vinos en las mesas más lujosas d
abía terminado
calma que sorprendió a t
ía unos momentos, se iba a firmar mi sentenci
uero grueso, llen
las últimas cosechas, las fórmulas de los coupages especiales, los cont
. Sabía el valor incalculable de esos cuader
do para extraer vino de las barricas. Se pasaba de generación en generación a la matriarca que dirigiría el futuro enol
rnos. El tintineo de la plata contra e
necesita
on los ojos llenos de lágrimas
. Le di la espalda a la mesa, a mi