eccionaba el traje de Armani de Mateo, preparaba su café a 85 grados exactos. Durante cinco año
eció en la pantalla del móvil de Mateo. Su "luz de luna blanca"
sopa hirviendo cayó sobre mí, escaldándome el brazo, Mateo no dudó: cubrió a Elena con su cuerpo,
e flamenco, mi dignidad... todo sacrificado por un "contrato de gratitud". ¿Era esta mi única función? ¿Ser su sirvien
os papeles del divorcio sobre la mesa. Mateo, absorto en su móvil por Elena, lo firmó sin l