ser la donante de médula ósea
na grave enfer
fue un eco de su existencia
gro, volcó toda su aten
a inv
l cajón peruano con pasión
a, era una pér
ecía mi madre, Elena. "S
sentía. "Concéntrat
ión inicial no
jandro de la Vega y demostrar l
a vista temporalme
o en la hacienda d
llamar "
n el cajón. Le describía el
ruro. Alejandro lo tocaba entre sus ded
oró de
plicidad de mis padres
ecuperó la vista,
a comprometi
constantes, maltrato psi
miraron. Estáb
"Alejandro y Sofía se van a casar pr
problemas," a
iéndolos. "¿Comp
biaron una mir
oló al pas
o y vulnerable
oz y mi cajón eran
mi dije de huayruro. "Cuando rec
entía como una b
cubierto todo. Mis
a cirugía que le devolvió la vista
querida," dijo mi madr
ofía ya era "Lucer
ndo en la familia que lo h
. "Alejandro,
. "No sé quién eres. De
a su brazo, mirá
llamaron menti
iró. "Sabemos que es difícil par
pí. "¿Que mi vida no vale na
dijo mi padre, f
verdad,
y entró Alejandro
n. "¿Sigues con tus
"Déjala, Ale.
bras era
dres me informaro
padre. "Ya compramos el bi
tro
ro. "Necesito verte. Hotel d
peranza. ¿Quizás
u
a suite estaba
tr
í, sí. Con Sofía. En
us labios. "Espero que ahora en
a se
umillada, el cora
iesta de compromiso,
jandro. "Alejand
el hua
! ¡Ese dije es mío! Al
bofeteó. "¡De
rró del brazo.
ó al suelo,
on absoluto desprec
, y ocurrió e
mal asegurado cayó en l
a cerca. Me apa
sin buscar atención?" me espetó, mie
mi brazo por su empujón
gurándose de que estuvie