pero el rugido del es
el dolor en su rodilla era una
nrisa torcida en su rostro mientras los directivo
ía sido brutal
mer equipo, su sueño, ahor
uipo se acercó,
os, Mateo.
naron más que cual
etida, la hija del presidente del c
n la ambición tatuada en la frente, seguro ya
o que no era del su
icina del club, el veredicto
, pero con esta lesión... el pr
ectivo era neu
s buscar otra
ya con la camiseta del prime
espondía s
Mateo, lo siento. Necesito pensar en mi
. El de e
a su habitación
anza con los Herrera era oro puro!
papá? Me rompie
re encuentra la manera. Pero
siempre
os puños, la r
ub que amaba, por la mujer que creía
os, esparcido como v
padre de un puesto de co
idad, papá. No qui
s? ¿Vivir de tus recuer
oz de su padre e
n una nueva determinación naciendo
ré mi prop
una pequeña maleta y el eco de
ir, solo sabía q
ro que le quedaba, leyó un anuncio ar
era, busca jugadores para pruebas. Pasión
l, lejos de Los Titanes, lejo
ción debajo: Entrenadora,
la, una leyenda del fútbol femenino
la pero cálida, se
ompró un billete de
solo conocía el nombre por las postales que su ma
alejaba de la ciudad, M
rillantes y promesas rotas,
rimera vez en semanas, sintió un ati
la terquedad de un