en Madrid fue
s, el olor a combustible. L
ción de hospital blanca, impersonal.
itando en un sill
barba crecida.
garganta seca. "¿
Sus ojos, al verme despierta,
te". Su voz era sua
ón...?", mi cabeza era
cálido. "Tuvimos un accidente de coche. Aquí, e
cordaba ningún coche. Reco
partida a España... el accidente
có con dulzura. "Es normal. Lo
pasaron en
n su elegante depa
e completamente diferente al que
alidad, una distancia sutil
amente, su prometida. Veía sus fotos
iaba. Me sentía como "la ot
cada. Negocios familiares, ya sabes", me ex
s papeles viejos en su escrit
ín y Mateo Valdivieso. Fechada
onté, te
casados,
e lucidez en tu recuperación, nos casamos por civil. Era
ecordab
¿Cómo podía haber querido casarme con el hombr
n monstruo que me
Cami vino a
aber la verdad", me
Cami? Estoy
accidente de coche... Sofía, tú estabas en un
ambaleó. "Per
eso. Quizás para proteg
ira. Ot
dormía, revisé su portát
versaciones con la hija del Dr. Mü
neurológica similar a la de mi padre. Mate
izó. Tenía terror de fallarte a ti, Sofía, de volver a fallar. Sí contacté a un especialista en Heidelberg, pero Ricardo se
a culpa. Dolor. Un trauma prof
Por mi padre. Por Mateo. Por t
a parte de mi resentimie
piadosa y mi amnesia, comenzó a sentirse un poc
teo, Don Alejandro Valdivies
ía cardíaca de bypas
ponible en el San Martín con la ex
atenazó. ¿
y la recién descubierta verdad sobr
o. La cirugía f
Don Alejandr
on lágrimas en los ojos. "Gracias, Sof
s de una gratitud y una emoci
bía una oportunidad par