hondo-. Veamos qué ofr
al. Esta es mi última oportunidad de demostrar mi val
no sé qué haré. Pero al menos
athy , responde una voz
a la conversación. - Me llamo Jam
AN
nos pesa más de lo habitual hoy. Igual
. La calidez del recuerdo da paso rápidamente a una sensación de inquietud, como
hecho. -La voz de Luca me devuelve a la r
a de su oficina, sin siquiera molestarse
ondo, intentando s
spresso tenga todo lo necesario. Si no recuerd
baloncesto entra en nuestra oficina; el aire a su alrededor rebosa de en
Luca estará contigo enseguida.
risa encantadora antes de acomodarse en
o. De todas formas, no importa. Prob
en la oficina de Luca . «Anderson
onde, sin apenas levantar
do que acepte la reunión? Después de dos años asistiendo y sin tomar l
más-. No te preocupes por n
deando para enfocarme.
¿Hablamos idiomas diferentes? -T
ue dirijas la reunión. Te digo
boquiabie
que trataras con uno de nuest
diendo de vergüenza. La emoción que sentí h
. Después de todo, por alguna razón ridícula, p
o los dientes-. Le t
a Anderson su café con leche y luego regreso a mi escritorio. Luca aparece, en la muest
sintiendo que las paredes se me cierran encima. ¿Qué h
blo co
este trato. Vamos
o
emostrarle que soy más que una simple recadero, que puedo asumir verdaderas responsabilida
po de visión de la puerta. Mientras espero, repaso mentalmente lo que quiero
na voz familiar. Luca camina por el pasillo, hablando por teléfono. M
smo. -Luca abre la puerta-. ¡Q
uidosamente y él se det
stura erguida y la barbilla e
entrecerrando los ojos. -¿Te está f
para gritar: «No. No es
ceño fruncido-. ¿Y
ientes directamente. Soy agente asistente, no secretaria. No
su escritorio y cruza los brazos. -¿Crees
edillo. He trabajado incansablemente en cada proyecto que me has encomendado y nunca me h
cambio, sonríe con suficiencia. -De acuerdo. ¿Quieres una oportunidad para demostr
ación lo precede. No solo tiene un largo historial de juergas y muj
e Hank está a