ítu
a
encima, como si el pecho me lo estuviesen apre
que tenía dos hijas no estaba siendo nada divertido. Sentí un nudo en mi garganta cuando la vi tomar a las niña
en casi toda la parte física del rostro y no sabía ni siquiera por donde empezar a hablar. Tampoco cabía dentro de mi pecho e
de digerir lo ocurrido hace unos segundos en este lugar, cuando de un momento a otro vi la mirada seria del señor Antonio sobre mí y supe que nada había sido producto de mi imagi
omo mío me fue arrebatado de las manos en cuestión de segundo. Vanessa se encargó de refrescarme muy b
é demonios sucedió exactamente aquel día que la encontré? Recuerdo perfectamente cuando entré en aquella habitación del hotel y la vi a ella desnuda con aquel tipo a su lado. En
e creer que era Vanessa veo como su padre es quien
estaba ocurrido aquí. Yo era el infeliz que se había casado con su hija y el que la había dejado sola
a comenzar a pagar por todas las lágrimas que ella ha derramado día y noche por tu culpa. Ahora comenzarás a pagar cada noche y día que no viste crecer a mis nietas. Es increíble como las niñas sin saber la verdad te preguntaron si tú eras su padre
l brillo de dicha carpeta solo pude atinar a preguntar qué era. Ni siquiera sabía
rás exámenes de toxicología de hace ocho años y ahí dice claramente el nombre de la droga que usaron en mi hija para que tú creyeras que ella te había engañado
je volviendo a mirar lo
que hacer aquí, puedes investigar o h
i vida que el responsable de esto me las pagará. Me pagara con su vida el haberme engañado para
de las tres. Así que ten presente que ni mi hija ni mis nietas están solas, ellas me tienen a mí y voy a protegerlas de quién sea. Yo si tengo los pantalones
contraría al culpable de todo esto si resultaba ser que esas pruebas eran reales. Necesitaba enc
ortarme para mí ahora solo era vacío y frío. Solamente quería obtener respuestas a todas la
mi nombre y al voltear veo a mi padr
ella papá, son mis hijas – dije sin m
de los Santos. Sin embargo, te recuerdo que perdiste todo tu derecho sobre ellas hace ocho años ¿Qué se supone que busca
astante obvio y no sé qué hacer. Es obvio que alejé de mi lado al amor de mi vida y ni siquiera la escuc
ento y ni siquiera me importa el que las personas me miren – ¿Crees que
izo. Que más da si esas mocosas soy tuyas o no, eso no borra el hecho de que ella te engañara – dijo mi m
¿Cómo podía referirse así de su propia sangre luego de haberlas visto? Es por eso que para no discutir con ella y perder la cabeza diciéndole cuanto la detes
que yo mismo cometí. Ya mi padre se las arreglaría luego para conseguir en que moverse por la ciudad,