E UN AMOR QU
tulo
siado curi
un pu
anita, vamos
e miró. Ella saludó con una sonrisa. Papá la saludó y yo
a hablado mucho de ti.
uliana -res
la cocina. Mamá me comentó que no le había gustado para na
s, pero Ana, no me gusta la man
s tuyas, además ella
dó allá? Dile que venga aquí, es como
que pusiera la mesa. Mientras lo
apísimo, te qu
anté la mirada b
er solo 16, mi tío está pla
rgullosa
Eres muy afortunada de
que la comida estaba servida. Juliana quiso lla
orrecto. Es el invitado de
ía, tiene
ano casi imperceptible. Mauro me confesó que estaba nervioso, pero feliz, porque al parecer le había caído bien a mi papá. Juliana salió al co
aticar de todo un poco. Todo iba bien hasta que papá, sin
s son tus verdaderas
radas, de inmediato sentí un sudor frío recorrer mi esp
páñame un mome
fijamente, y eso fue suficiente para que la discusión terminara. Am
, organizando sus pen
atar a Ana, conocernos como amigos y y
mente, como analiz
son jóvenes. A esta edad, uno a
on serias. Me gusta mucho su forma de ser. Es una gran mujer y más adelante, si las cosas se dan, me gustaría intentar algo más se
beza, como evaluando sus p
. Pero también tengo claro que no podemos proteger a los hijos de todo. Hay que dejarlos volar y experimentar las cosas de
ivio y respondió con
para conocernos mejor. Ella me parece una niña muy linda y especial. Solo quiero
detenidamente
auro. Supongo que Ana ya te con
r, algo m
andan de novio en novio, o pasan horas en la calle, de fiesta en f
e ser es lo que la hace especial y diferente a las demás
r dentro, sentí alivio y orgullo. Mauro estaba demostrando ser un
tirme algo nerviosa. Sin embargo, escuchar la manera en que Mauro se expresaba frente a mi papá me llenaba de felicidad. Cada palabra que decía m
de reflexión, habló co
entiende qué es lo correcto. Si quieres salir con Ana, podrás hacerlo. Puedes venir a visitarla las veces que quieras. Con
ién pareció aliviado, pues una sonrisa suave iluminó su
sa, muchacho. Un
ediato, estrechó la man
prometo que no voy a
ón que habíamos sentido hasta ese momento desapareció como por arte de magia. Mauro tomó mis
cercó y con una sonrisa se despidió para ir a dormir. Antes de
sientas como en casa -dijo mamá, dá
intió ag
Ha sido un placer compart
y se retiró con Juliana, dejá
.
anto en mi
ama ya está li
puchero -. Déjame ir con Ana
ita y no es bien visto que
do cuid
a inte
e cuidar
amigo -alegó-. No le
e tener una relación. Ya llegará el día en que lleguen los chicos
an solos? Es tarde
comportarse. Si no tienes
sobre la cama h
.
tamos en una hamaca. Aún no me lo podía creer, no me imaginé que papá tomara las cosas tan bien. Lo que más me sorprendió fue la confianza que de
ible? -inquirí
ó mejor de lo que imaginé
parecer también le ca
decirle que su hija me trae l
auro pasaba su brazo tras mi espalda, acercándome con suavidad a su costado. Su calor
una brillaba con intensidad, iluminand
o con un toque de ternura-
pudiera reaccionar, él continuó. Sus
ás bonita. Muero por un beso de esos labios rojos y aunq
iré a los ojos, perdiéndome en la intensidad de s
de contener la sonrisa que se dibujab
o hubiera conspirado para crear ese instante solo para nosotros. Mauro inclinó su rostro lentamente hacia mí, su mirada se fijó en mis labios, no pude evitar cerrar los ojos esperan
decir o hacer algo más, escuchamos
Juliana, con una
mejillas arder, mientras Mauro
.. -intenté explicar, aunque m
divertida-. Lo bueno es que eres
haciendo nada
me m
lando esta belleza y
ando que regresara a la habitación y nos dejara solos, pero no parecía tener esa intención. En cambio, empezó a charlar animadamente con Mauro, buscando temas de conversación que lo mantuvieran
de irnos a dormir. Juliana, fiel a su costumbr
preocupes, yo los cubro -dijo con una sonri
na sonrisa serena y dejó u
s brazos y fingiendo indignación-
eña risa, encogié
tras me miraba con dulzura-.
jilla, un gesto que lo tomó completamente por sorpresa. Lo decía la expresión de su rostro
.
ión, Juliana no dejab
ón? Se dan unos besos bien ricos bajo las sábanas, de es
ojos bien abie
ue voy a tirar a la basura
i lo que acababa de decir no
Mira, yo te hago cuarto, demuéstrale que
Juliana. Yo no s
mensa y se aburrirá. A los hombres les
, tratando de ma
o. Si de verdad me
brazos, claramente
imaginas cómo
scandalizada-. ¿Es que tú y
y negó con
o imagino -respondió co
un d
las cejas c
aría ver a tu Mauro sin c
sar en él una leve sonri
pero todo llega a
bufó, ex
u mamá y a la mía, en eso de que una t
eso pasará cuando
una carcaja
os puertas de tu cuarto y ni siquiera irás a darle
erar. Además, apenas estamos conoc
ana
tú no le das algo que le guste, se aburr
nudo en el estómago,
no se hace esperar y
hombros, como si no va
de amor", lo tendrías a tus pies. Además, se sentiría afort
una experta y eres sol
aso entonces. Al fin y al cabo, Mauro es hombre, igual que
cé una almohada que ater
o muchas tonterías -dije, trat
omodó en la cama. Yo apagué las luces, pero no pude ev
ía que él fuera el dueño de mi primera vez, pero todo tenía que llegar a su debido tiempo. No iba a meterme e
uería una relación seria, un amor bonito que no fuera solo físico. Quería que me amara
ncia propia o simplemente disfruta jugar con las palabras? Una pequeña duda cruzó
inua