e un amor qu
ól
orias, tan puro y con el felices para siempre. Pero me di cuenta que el amor duele, no porque
e mariposas el estómago y creí que duraría para siempre. Él fue mi primer amor, mi p
o creía. Siempre fui de corazón noble, dispuesta a perdonar y a entregar mi corazón sin reservas. Pero la vida me enseñó una dura lección: no siempre se
te ama, no te hará sufrir. La vida siguió su curso y el karma llegó. Vi
mi acto de amor más grande fue soltarlo. A pesar de que mi corazón latía solo por él, de que cada fibra de mi ser anhelaba su cercanía, supe q
stá roto. Me dolía dejarlo ir, pero ese era el único camino para que ambos encontr