Eze
madrugadas, donde el
con reja, puedo ver que
siete años, tres meses, veinte
ste día, ja
a en mi camastro de
bre donde encontré las
ar una socie
aron por mata
, que jam
veniencia, se
do, de alcurnia en
ia, en juergas, mujeres, juegos
ndo, una vela
amilia, teníamos dinero. N
codearse con l
ramos
ara que los ayudara, con
amista, respeta
divulgará, quiene
que nadie quería
ellido, es todo y sin din
re, fui criada como cualquie
la mejor ropa, joyas
e daban el lugar que mi
crédula, que ca
familia, que
iempre, nos trat
nque era me
ayudaba y es
ien me hacía de chaperón, en todas
la mejor ami
, aunque le lle
lce, gentil y
, fue llevado a un
jar su c
rió, sin ningú
era quien me protegía, a
dad, preferí i
a misma, daba may
ura, me faltaban do
imer día de mi quint
cafetería, de el subsu
osadía, mientras c
preguntándome,
reconocería
, saltaba
nombre, me g
onos frent
dulzura. Su aroma, me
formado, en t
hablaba, mi
har, que estudia
ses fuero
me buscaba dentro
rrir a mi casa, aludiendo
e chaperón en algunas
stad siguió
fiesta, mientras me lle
noche, estrella
o del camino, sacando de
sas cadenas, donde había u
, pidiéndome
a mil, la sorpr
sus manos toma las mía
a sentir a t
a por la emoción, solo logr
medio corazón. Y el otro me
so, en mis labios, e
r, que me s
, poner le, la me
podía lee
cada momento que
cada día, con
donde creí que el
ro, jamás me prop
cisión de llegar
ue en una cena, con lo
había comprometido con, G
de, de agua hel
uando me ente
esta a ser una m
taba dispuesta a
e, después de
mañas de
io, se vio obligado a ofrecer mi
lo que hoy se. Pref
mento, jamás
por qué desapar
e entregué a
uación, mi padre habí
fue muy
mar, el acta de matri
los, me convert
ción, no leí lo
onde me sentenciaron a vein
en realid
entencia
padre levantaría la empresa qu
dole ac
de su propiedad, ( ni
onde todo qued
io, todo pasaría a la
que el apellido de él, abrier
ecuencias, a las que
as, me advirtió, que solo s
aba die
su edad, se mantenía en
que con el tiempo, é
, fue maltrato y ve
ra, en cada evento me most
blar conmigo esa noche
lvía un monstruo, donde perdí
rios, años de mi
que tuvo durante dos años
un hombre, amable,
nsé que había logrado
años y diez años de casada, le
so a empezar a b
intentar, d
edarme e
fin, estab
pués, una tarde
, a comprar cosas para l
dad, me e
ue saliera sin que al
éramos, habría personas que
ían, que todo lo h
nte, me dej
mío, me alertaba qu
dábamos, en el gran
aldas, de mi suegra, entraba
io, para que decorá
estro
ves, Carlota, nos prepa
r a mi ha
o más cómodo y
las escaleras, me parecía
sería una de las muc
llegar a la puerta d
an mis oídos con ge
ima de una de las mucamas, pidiénd
desgarraron
peaba, br
encontré, pegándole con todas mis f
alió corriendo,
vantarse, arrem
patadas, mandánd
la vida de n