ía una fuerza extraña a su cuerpo, no pudo contenerla y toda su furia se derramo en la agresora inicial, Sharon la había provocado con sus malsana
zclada con el agua. Al terminar se sintió pulcra, trato de encontrar algo ligeramente decente para vestir en el elegante armario de caoba, por suerte encontró un sencillo vestido blanco con vuelos ondulados, de un largo ac
Sofía estaba esmerada haciendo maravillas en la cocina; no se contuve, en segundo estaba parada
asiento. ̶ -Sus palabras sonaron con habitual dulz
Sofía. -Le con
virme, Sofía me acompaño, aproveche para disculparme. Esta, excuso mi conducta dándome la razón, según su pensar mi deber era defenderme me reiteraba con sabiduría. Platicábamos muy a gusto cuando unos pasos intermitentes se hicieron
postre un plato de frutas, me dejo con la mano extendida, estaba actuando de manera cruel, seguro estaba enojado, deje de hacer intentos por abordarlo, de sobra conocía la palabra orgullo incluso es considerado un pecado,
habitación, pasé unos momentos rezando hasta sentir un atisbo de paz, todo el resto del día lo pase confi
ras llevaba caminando y lo tan alejada que estaba del pueblo, se sintió perdida mas no atemorizada, una imagen recobro vida en su mente, el enorme diablo que la había raptado, activo un corrientazo de temor lo cual la hizo retroceder para estar a salvo. Se sintió perdida en un momento, luego sus pasos afloraron luz en el horizonte, su andar tomo más vigor, faltando pocos metros para dejar atrás el oscuro bosque, un silbido interrumpió el silencio, busque en varias direcciones para encontrar
n una voz que retumbo hasta mezcla
as, mientras se acercaba con extraña reverencia hacia mi, por suerte muchos paso