be
as luchaba por contener la ira. Reprimiendo las ganas de gritar, hablé en voz baja
nada preocupado por mi ira. "Dije
me sorprendió que no se rompiera.
ombros. «Las co
millones. Me dijiste que si superaba
"Y Richard traj
a atención. "Eso es porque el muy cabrón actuó a mis espaldas y
contra la su
a! ¡Todo esto e
ta se ha extendido. Esfuérzate, y q
es t
cibirás una gener
b
ificación. Quería ese asce
, golpeando el suelo con un golpe sordo. Me erguí hast
más de 1,73 m, sentado,
que en Knigh Inc. nos apasiona el trabajo en equipo.
las ganas de mandarlo al infi
cabeza y
Mi asistente me miró sobresaltada, co
e sobre comer en tu
bas fuera", tartamudeó. "Estaba t
el sándwich ofensivo, haciendo una mueca al ver la mezcla-. ¿Mantequilla de cacahuete y mermelada? ¿Es lo máximo que
mancha roja en mi traje gris. «Señor Hoffman, lo s
eme un sándwich mie
¿Creí que habías
. Quiero a Ryan Cort al teléfono, ¡ahora! -Me quité la chaqueta con impaciencia, asegurándome de
tada inmóvil y mirá
ás so
aría que haga
. "¡Ese es tu maldito tra
e la puerta d
h y mi café con leche. Sonó el intercomuni
teléfono-. Ryan, nece
racias por pre
s. ¿Cuándo está
reservado to
cela
udad. Lo más temprano que pu
mesa de siempre. -Colgué, pulsa
conocido a nadie tan torpe como ella; se tropezó con el aire. Juraría que pasaba más tiempo de rodillas que la mayoría de las mujeres con las
señor
siete. Resérvala. Que me devu
io urgente. Hubo
e no te importó pagarlo, con
más, pero no discutió conmi
o lo recuperara, siempre y cuando es
or Ho
Qu
atro. Tengo una cita. Te envi
humillante sin quejarse. ¿Recoger mi ropa de la tintorería? Listo. ¿Asegurarme de que mi baño privado estuviera lleno de mis marcas favoritas de artículos de tocador y condones? Sin falta. ¿Ordenar alfabéticamente y limpiar mi enorme colección de CD después de que dec
sándwiches traídos de casa, ya que le prohibí comer en su escritorio. Mantenía mi calendario y contactos en orden, mis archivos organizados con el código de colores que me gustaba, y filtraba mis llamadas, asegur
perfe
a so
elo recogido en un moño, no llevaba joyas y, por lo que observé, tampoco maquillaje. Carecía de atractivo y no tenía el suficiente respeto por sí misma como para hacer algo al respecto. Mansa y tímid
me quedé atra
vierta en una costumb
la dejaré en tu armario. Tu teleconferencia de las dos está programada y tienes una a las tres y media
s ga
los dejaré para
en. Puede
. «Que tenga una buena
esté en r