img MARIANA DE LA NOCHE.  /  Capítulo 6 Tantas preguntas sin respuestas. | 12.77%
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Historia

Capítulo 6 Tantas preguntas sin respuestas.

Palabras:2385    |    Actualizado en: 23/04/2025

A DE L

ítu

Patric

problema y necesita ayuda, de lo contrario nada pueden h

n sé que Magdalena quiere justificar todo lo que ella hace y eso no está bien

hacer, no quería tomar una mala

alimentando la ilusión de que todo

l vez si se puede, quiero convencerla para irnos al extranjero y que continúe su tratamiento allá, pero primero debo hablar con el psicólogo para saber qué es lo mejor para ella en e

o a ella, pero no con ella. Quiero dejarlo muy claro, al menos hasta que s

sabía que podía

uando hable con el ps

tés presente y puedas ac

uivocarme. Ricardo regresó a la habitación y yo me quedé pensando si de verdad ha

uéramos una pareja feliz. Luego de lo mismo de siempre, sus caprichos y su manipulación. Pude regresar a mi apartamento con la promesa de regresar a visitarla al día siguiente, fue la única manera ya que ell

podía olvidarme de mi madre, ella me necesitaba. No todo era malo, aunque dolía era bueno estar ahí ya que en cada rin

cerlo se puso como loca y se enfadó con todos un mes entero. Dejó de comer, entonces todo fue peor, el psicólogo nos recomendó que por el momento era mejor esperar que ella misma fuera qu

ató de salir adelante para darle fuerza a mi ma

rte aquí -recibí una pa

! ¿Cómo

o día a día -levantó la vista y

e unos minutos en silencio pasamos a la mesa, mi madre nos acompañó, eso sí que me dio gusto. Les platiqué sobre mi trabajo tratando de distraerlos un poco, pero por

é parado frente a esa puerta, puse la mano en la manija pensando, si entraba o no. Me

e bajara el volumen de la música. Ella con esa sonrisa pellizcaba nuestras mejillas y decía;

estaba intacto, era como si ella nunca se hubiese ido. Caminé por la habitación con un nudo en la garganta mirando cada cosa, los cuadros con sus fotografías, en el buró tenía una lámpara de unicornio que yo le regalé, eran sus muñecos favoritos. Al l

con mucho cuidado y la llevé hasta mi nariz, inhalé el aroma y dejé que me inundara las fosas nasales. Una tras otra las lágrimas se hacían presente, era como sentirla aquí. A veces cerraba los

la? Si era

ad exist

para protegernos a todos. Porque si fuera así, ¿Por qué no cuido de mi hermana? ¿Dónde estaba el día que ese animal la golpeó hasta matarla?

eroso, porqué permitir actos tan crueles a seres inocentes, ¿De verdad existirá? No sabía que pe

manera de expresar lo que el corazón con palabras no podía. Pueden pasar los días, meses, años y el dolor que deja un ser querido que ya no está, no desaparece nunca, se hac

itación, cerré la puerta y me acosté en mi cama. Levanté la mirada al techo y dejé mi mente en blanco, no quería pensa

Ho

uería darte las

mo e

¿estás en t

ré pr

en casa d

, ¿Cómo es

os que

ía pasar a

de eso, cuando e

vías una foto así como estas en est

olo quería comprobar que e

, que descanses

ías ,

Di

e

uíd

se viera mi habitación para que se quedara tranquila. Cerré los ojos, pero no

ados. Miré la hora, eran las 7:00 am, estaba muy tarde y tenía que ir a trabajar. Debía aplazar todo lo del viaje una o dos se

sponder, pero la conocía y si no resp

a, Bár

iño! ¿Cómo

para irme a trabajar,

ienes y te quedas conmigo y

en blanco y re

o que soluciona

ero ¿vendrás

vemos por

listo. Bajé corriendo solo tomé tres sorbos del jugo de naranja que estaba servido en la mesa. Busqué las llaves

es pedí unas semanas más con la disculpa de investigar antes sobre los terrenos. Mis compañeros sólo me miraban como si no pu

iban a enviar a otras personas, ya que ellos tampoco podían quedar mal. Respiré aliviado, esperaba solucionar todo en una o dos semanas. Nos quedamos

•°•°•❈•°•

lugar de

r omnis

Ella no le vio problema, ya que no tenía manera de comunicarse porque su celular se quedó sin

imero unas cosas en el centro? Ya l

ningún p

ad. Ella se quedó esperándolo en el auto, mientras él entró a

co esperar, mi hermana no

reocupes

en la puerta de la casa. Ella se bajó del auto y

José po

ariana. ¡Ah, me disculp

reocupes

quedó mirando como se marchaba cuando sintió un fuerte halón en

! ¿Qu

de ese auto?! -le gritó ejerci

reaccionar así. Ella trató de soltarse, pero él ejercía mucha más f

estás lastimando. Si me

había visto antes, eso le producía miedo. La estrujó con rabia, ella acari

a! -le

meció. El gri

mis llamadas? ¿Por qué traes el

o, ella solo miró aterrada, Emanuel parecía otra

a tarde, te demoras media hora de la

el tiempo? -inqu

e te espero a la misma hora. Por lo tanto, ya sé que tiempo

a otro, se frotó el cuello y

inua

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