n pensamiento, estaba en trance, sentí un gran dolor en mi costado izquierdo, gemí de dolor en cuanto me moví solo unos centímetros porque el dolor fue más fuerte, todo a mi alrededor quedó en
a a llegar a ningún lado, solo iba a
detenidamente. Mi respiración se aceleró
con la poca fu
sta a la chica, para tener a un chico sujetando mi mano derecha, sus ojos eran verdes. Sentí las lágrimas caer, una cayó arri
rtada, el chico acarició mi mano, todo se oscur
imo que escuché, antes de que la vista
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, para que la luz (si había) no me cegara, esta vez sí estaba consciente de lo
uerta?» mire hacia mi regazo, me percate de que estaba amarrada a una silla, mire a mi alrededor, escuchaba los latidos de mi coraz
que nadie me iba a ayudar. Grité una vez más, está vez más agobiada que los anteriores gritos... este gritó fue extraño, respire profundo, cada vez veía el sol bajando lo que me hacia que perdiera aún más la calma en cada segundo, y por primera vez en un muy buen rato, me acordé de las técnicas de Melani, me había quedado sin energías, así que solté todo el aire y sin pensarlo, me balancee y dejé caer mi peso hacia atrás cerré los ojos esperando el impacto, «por favor que no haya una piedra» sentí el golpe en mi cabeza y espalda, antes de poder hacer un movimiento más, abrí nuevamente mis ojos, mis lágrimas salieron aún más por la exasperación y desesperación de que la silla no se había roto, sentí el rústico tacto del pasto en mis piernas y espalda, estaba tan cansada, la luz se iba cada vez más, no tenía energía y cada parte de mi cuerpo estaba temblando, mi
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zo nada por lo opaca que estaba, y frente a mí estaban los chicos del autobús, uno apoyado en la barandilla de en lo que
ojos» estaba tan iguales cómo la última vez que los vi, abrí la boca para hablar, pero solo salió un ruido extraño, el otro chico se giró hacia mí, no sentía estar atada o amordazada, solo estaba acostada en la cama cómo quién estaba tomando una
eran algo, pero no, solo me miraban esperando a que hiciera algo, no me sentía débil, no cómo la última vez que me levant
que vi abierta, podría jurar que escuché una risa, unos centímetros antes de poder llegar a la puerta y salir de la nada apareció un chico en la mitad de esta fue solo un segundo pero mi mente ya tenía un plan «chocan, caen, te levantas y sigues corriendo», y sin poder frenar solo impa
o y mirando hacia el techo, y en un punto de no poder más, solo deje mis lágrimas caer en silencio pero los veía a los tres, ninguno
ue escuché antes de cerrar