ila a la empresa de su padre. Sabía que este día llegaría, que la vida le regalaría una oportunidad para tener
50 años, cabellos rubios y algo delgada, Elsa, había llegado a su vida un día gris de otoño cuando apenas Melody era una niña. Se la
en, pero mi padre al f
reo q
a hacer es visitar a nuestro viejo amigo, así le daremos la sorpresa de su vida- Elsa quedó mirándola
rece que se está ar
s ahí parada, vete a aprontar el
uro la loca de Sonia estaría rondando y Matías lo est
taba abusando, pero su vida se había convertido en un aburrimiento total y algo debía proporcionarle es
amientos, debía ser la tonta de Abigaí
rado, viendo aquella mujer tan hermosa
uel cuchitril que Pedro había convertido la habitación más
mirando a la escuálida muj
- dijo mirando las latas vacías d
mpo, me iba p
nción, es decir, mírate, desprolijo, roñoso y por favor
uchar, ¿quieres
ormarte que si no saldas la deud
guntó levantando
egándole una carp
leva
de groserías– lo
a saldaré– dijo intentando d
a de mi padre, te ha puesto un lí
?, no puedo conseguir ese
s tu p
ambio?– preguntó
unfal, lo tenía c
me con
n el magnate de las telas, lo meterían a la cárcel o aún peor lo obligarían a casarse con la hija de este, una mujer que solo pensaba en sus estúpidos caprichos. Él debía