uapo que jamás había visto, sin embargo era un mujeriego, todas las chicas del Campus, se giraban para mirarlo, y claro, quien no miraría a un adonis como él, un hombre co

ación en una persona. En la enfermería me dijeron que la herida iba a sanar en un par de días, y con ello me dieron algunos medicamen

lámame, me llamo Dylan, soy

estaré bien -dije

te -eso me impacto un poco, ¿cómo una persona podría preocuparse tan

gracias -comencé a cam

¿de qué facultad eres? -

presentarme, a lo que él me respondió y sentí una electricidad por todo mi cu

viendo por aquí -me guiño el ojo- Adiós, nos vemos, y háblame

a Quimi intentamos tomar el máximo de apuntes para poder llevar bien p

tu herida? ¿Toma

Dy

rqué tengo tu núm

asma de

ego te lleve a la enfermería, soy tu salvador, y tienes mi número por que lo g

ngel de

acultad de medicina, estoy en clases aún m

del Lab

veo fuera de la fac

ú pro

arado que

a silenciarme- ¿Con quién hablas? E

a mañana y por su culpa me rompí

no, y...

guapo, guapo

as nos reímos en silencio y nos volvimos

do vimos un grupo de chicas que evidentemente estaban tratando de llamar la atención de dos personas que se encontraban en lugar, pero donde uno de ellos se llevaba más la atención que el otro, uno parecía ser una persona amable, carismática y con ojos dulces, mientras que el otro era más alto, de ojos azules y con todas sus facciones bien definidas. De un

o el hombre guapo de ojos azules, fue en es

atraviesa en el camino de las pe

y salvador, ¿Quién más podría haberte llevado a

¿Tenías una clase? – abr

a tiempo, de igual forma, m

esayuno? -preg

me disponía a tomarm

s te debo un ca

ente de lo que pensé -l

ando con cualquier persona, ¿No es así Quimi? -le pregunté a mi amiga para qu

a de auxilio- y no sólo eso, tiene las más altas

igo- estás chicas son más difíciles de lo

didas a tus pies -se burló de su

me miró directamente a los ojos, y se

mero, tu sólo dime cuándo y dónde -lo miré a los ojos

mos en silenció procesando lo que había sucedido, mientras se escuchaban voces a n

aseguró que él q

ncioné- evidenteme

nimo en estos casos, y quizás tenía razón, mi cabello castaño oscuro al igu

Richard no te quitab

gas tu cita, consígueme su número -Quim