rabajo y Zehra se enco
ue los trajo les dijo varias cosas de
las familias más prestig
o con su hija que en ese entonces era pequeña y después,
ores que escuchaba de que poco duraban, no sabía si era una buena idea, pero
(la madre del patrón del lu
da. – dijo
cias
añeras de trabajo. No solo cuidarás de Hilda, sino
señora, no
esó, las mujeres dejaron de hacer lo que estaban hacie
a compañera de trabajo, ella además de ayudarles
más o menos la edad de
n con una sonrisa. – Mi nomb
certe. – dijo devol
de llaves y quien está a cargo de las
acu
dó con las demás. Yalisa, quien antes Zai
, vamos a ve
oniendo los ojos en blanco. – Zehra
o que dijo Zaida, se fue s
quedó a solas co
dijo, lo escuch
a casa porque en vez de cuidar a Hild
le diríamos nada de eso a las empleadas nu
nto se m
enos estoy menos temerosa de que me echen,
s bueno. – d
ió ayudarlas en la cocina hasta que la s
sala, al señor Amir ya lo conocía, pu
joven Hilda y no podía evitar sentirse u