so brazo se escapaba fácilmente de su control. Extendió la mano y sostuvo con
guió. Atrapó fácilmente la boca
ía abierto la boca. Metió la lengua en la boca de Yael. Yael lo mord
rutar de que Yael lo mordiera. En c
rodillas y lo empujó con las manos. Colin besó a Colin sin importar n
lin dio la vuelta a Yael y la sostuvo en sus brazos. A
Esta es la primera vez que una mujer me besa en la frente, la primera vez que siento el impulso de besar p
no te agrado, es posible que me hayas mordido la
los latidos de tu corazón tan rápido como el mío. Ambos estábamos muy nerviosos. Mi corazón todavía l
e te besara?" ¡Suéltame! Te dije que no quiero estar enamorado y no
to a ti, ¿qué me harás? ¿Estás usando tu Kong Fu para tratar conmigo? Como no
corriente cálida en su corazón que nunca antes había sentido. S
site algo de tiempo para calmarse debido al exterminio. Es mejor darle un poco de
giendo tener frío, Colin miró a Yael y le dijo: "
el, se puso de pie, arregló su ropa, a
creído firmemente en ella. Ella había pensado que seguiría persiguiéndol
con fuerza y finalmente se deshizo de él. No sabía por q
estarla de nuevo? Yael preguntó: "¿Quién está fuera de la puerta?" Una voz
se acercó y abrió la puerta. Un extr
es el primer día que lo conoces. Dijo que no quería volver a verte. El dinero aquí t
o de dinero para hacer frente a la situación actual. Yael había cambiado repentin
y las lágrimas no caían. Sostuvo la tarjeta en su mano y pensó, 'en esta situación, a excepción d
ó que estaba bien. Había casi todas las cosas necesarias en la cocina. Yael bajó a
a cocinando, alguien llamó a la puerta. Yael escuchó el
pijamas, ropa interior y cosméticos. Con dos ollas en sus manos y dos grandes bolsas de comida, Lillian dijo: "Yael, estoy e
se te puede llamar una mujer dura. Dios mío, compraste tantos.
e no puedes soportar un golpe tan grande. No vuelvas a perder el sueño. Mira
zó a comer. Lillian recogió los fideos y dijo: "Los fideos so
Estoy realmente hambriento. Yael, ¿te sientes mejor? Volveré después de cenar. Si no tiene s
ener que dormir en la calle ayer. Me diste tanto dinero y me compraste
on él. Ese hombre me salvó ese día. Dijo que yo era la primera mujer que había salvado, y dijo que yo era la mujer que
mo pudiste morder la lengua de ese apuesto hombre? ¿Hici
ora. Le pedí que se mantuviera alejado de mí. Le dije que quería

GOOGLE PLAY