erpo trata de arroparse más, ya que es temporada de invierno y por lo cual ella siempre

es entonces cuando abre del todo los ojos para ver lo que ha tocado. Un h

para ahogar el grito que sale de imprevisto de su garganta, ¡

ue me sucedió y quien será este hombre, y que hago en esta cama con él? -se pregunta en su mente, y es

á tirada en el suelo junto a su ropa

a segunda vez que toma alcohol y en la primera también se emborrachó con solo dos cervezas. -Sí, lo sé, soy pésima para andar en fiestas y mucho más para el consumo de las bebidas embriagantes, pero se me

que al parecer conlleva a un jardín, le parece que conociera ese lugar y aunque trata de recordar, no da en ex

tiene en la entrepierna. - ¡Dios mío, te ruego que no sea lo que me estoy imaginando! -exclama en voz baja y se voltea en dirección a la cama en donde se acaba de le

da que se siente, pero trata de detenerlas porque ahorita no es momento para andar de chillona por algo que ya pasó

n conozco! ¿cómo lo voy a mirar a la cara después? -Comenta en silencio mientras intenta abrir la puerta, pe

ya se ha despertado y está sentado en la orilla de la cama viéndole de una forma muy rara. - ¿Cómo lo hizo sin hacer ruido? -pues no se sab

la cama y se le queda viendo a ella y luego dirige su mirada hacia el papel. Aunque Camila no tiene idea de quién

mila se quedó pasmada sin entender nada, pues hasta donde ella recuerda e

misma forma y con el mismo tono de voz que él le habló, y le importa un carajo si ese hombre s

le pagaron por acostarse conmigo-. Ordenó el hombre, con tono frío como el clima, mientras hace el in

endiendo nada-. Camila fue sincera con él, porqu

era al igual que tú y por eso te mandó a que le cubras su turno y ella irse a putear a otro lado-. Puntualizó el

soy nada de lo que usted me acusa-. Le reprochó al hombre que ya

el dinero hacen lo que sea, mira que hasta fuiste capaz de intercambiarte con otra chica ¡Qué asco de muje

l lado en que yo dormí y se dará cuenta de que está muy equivocado-. Le advirtió, pero con much