img El remordimiento de un esposo infiel  /  Capítulo 1 | 7.69%
Instalar App
Historia
El remordimiento de un esposo infiel

El remordimiento de un esposo infiel

Autor: Gavin
img img img

Capítulo 1

Palabras:1272    |    Actualizado en: 09/12/2025

a embarazada, el médico me entregó mi senten

ontarle todo. Pero antes de que pudiera decir una palabra, un

n una voz chillona y cruel-. Se está sacando toda la diversión d

s, morí en silencio mientras And

tinas y mis vómitos a las hormonas, sin mir

stel, me arropó en la cama y se fue inmediatamente a celebrar

ar un interruptor y volver a nuestr

promesas a su amante, yo estaba fi

decía desear tanto y dejé el

a interpretar el papel de esp

ítu

vista de

esa. Tenía una sonrisita de satisfacción pintada en los labios, lista para decirme que ella era el verdadero amor de mi marido. El estómago se me revolvió, u

de una simpatía falsa mientras me acercaba-. An

elo con un ritmo irritante. Su sonrisa se estiró, mostrando unos dientes blancos perfec

ahora me pe

ferrándome a la última pizca de dignidad que me qu

De ser la otra? -pregunté, sintien

ensanchó, una señal de su retorcido triu

l preludio de la devastación inminente. La foto de arriba era de Andrés, con el brazo alrededor de Katia, su

Sabía lo que representaban; no necesitaba verlo para sentirlo.

alabras huecas incluso para mis

sperada a un Dios en

s, el chirrido resonó en e

e

ar aire que no oliera a ca

ndo firmemente mi muñeca, su a

ana. Apenas es

ó como una marca,

en su dedo. Mi corazón se detuvo. Era idéntico al que usaba Andrés, un anillo que él juraba

no era accidental. Era una burla deliberada y

nta. Me hundí de nuevo en mi asiento, mi compostura era una m

de irritación cruzó su rostro. Mi falta de un

tulancia infantil que contradecía su comportamiento agresivo-

nte no ha tenido la oportunidad de decírtelo -declaró, alzando

te embarazaste. Dijo que eso complicaba las cosas. Es por eso que necesitaba su "Gira de Despe

Hana. Una forma de atarlo -escupió

e siete años, se derrumbó en escombros a mi alreded

e golpearon con fuerza bruta. Él se lo había dicho. Hab

tos robados, sus sueños compartidos, pintando una imagen de una vida que And

tes, la forma en que a veces murmuraba el nombre de Katia en sueños y luego fingía que era una pesadilla. Los mensajes apresurados, los repentinos "viajes de trabajo", las excusas

ñicos en un millón de pedazos. No que

ana. No queda amor. No realmente -se bur

e desea. Soy su escape -se

s de regresar "responsablemente" a su matrimonio. Pero no lo dejaré ir tan fácilmente -declaró, sus

o se desvaneció en un zumbido amortiguado. Solo una frase resonab

cuerpo simplemente se había apagado, tratan

portar. Cada golpe, cada revelación, era como torcer una herida ya infectada. P

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY