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Historia

Capítulo 3

Palabras:925    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:26

ando de forzar el aire a sus pulmones. El dolor era tan intenso que

ella regresó a la mesa tambaleándose, su e

instante, sus manos revoloteando sobre sus h

el pecho? -preguntó, s

ando en su garganta. ¿Cómo puedes sentarte ahí, profesando tu am

una respiración

ió, su voz tensa-

ido, pero la ayudó

sa. Necesit

cer bromas, llenar el sofocante silencio en el coche, pero Sofía solo miraba

guntó finalmente, su

plano-. Solo pensaba e

lajó vis

? ¿De qu

a a su esposa que la amaba, pero en secreto estaba enamorado de otra persona. Pensó que podría ocultar

estiró y tomó su mano, su agarre casi dolorosamente fuerte-. S

se sentían como puñales. Cada sílaba era una m

que guardaba para el "trabajo", vibró en

ías co

xpresión se tensó mientras e

mente-. Una emergencia en la oficina. -Detuvo el coc

en silencio y

oche se alejó a toda velo

e dijo al conductor,

a observó desde la distancia cómo él salía. La puerta principal de la villa se abr

al cuello, y se besaron, un beso largo y a

ena, su voz un ronroneo juguet

n con una mirada de pura lujuria

ido como pude

oche -susurró Ximena, tiran

rasero y, pronto, el coche

a, pero verlo con sus propios ojos era un tipo diferente de dolor. Era una ag

a vez juntos. Él había sido tan gentil, tan reverente. Había insistido en esperar hasta la noche de bodas, diciéndole que e

ica, como si nadie más en el mund

n lo había de

miró por el es

a. Le pasó una caja de pañuelos a Sofía-. Mi esposo también tiene una por

sus nudillos blancos mi

un sonido crudo y rot

esta vez para sí misma, un voto

un robot. Reunió cada regalo que Damián le había dado: la ropa, lo

inistrador d

o, su voz desprovista de emoción-. Done l

y se había ido. Los armarios est

con sus propias cosas, los pocos ar

. Damián estaba allí, empapado por la lluvia que

llar? -exigió, su voz resonando

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