de estar quedó en sil

se levantó y se acercó a

ste anoche?" Dijo el h

y dijo con desdén, "¿Qué

mechón de cabello detrás de la oreja y miré a Eleanor con frialdad. "

radamente por la ira. "Ameli

aso al frente com

ngo la información

elo con su bastón. "Ya basta, Eleanor. Aquí no

opilando información sobre él y me picaron algunos mosquitos. No esperaba que señorit

pente y, con voz fría, le dijo a Eleanor: "Ya bast

ostro marcado por la incredulidad, mientras el

rígida de rabia contenida, apretó los di

r el jardín. Apenas había dado unos

ramente el

ica." Sonó la voz c

despacio y clavé en e

da de verme así, v

escupió con veneno: "¿De verdad creías qu

lo te tuvo lástima... y te

ba, amenazante: "Si no quieres volver a vivir el infiern

y, tras unos segundos,

te ríes? ¿Quién te crees que eres para reírte de

gué mi mano contra su cara. El golpe fue seco;

cionar antes de gritar, desencajad

zó con

o levanté, sonriendo con calma:

de sus acosos, programado para