miró a Esther con una mezcla de sorpresa y preocupación. "Señor

razada, el que sostuvo su mano durante las ecografías y el que le dio masajes en su espalda adolorid

otra mujer. Esa devoción se había

e dolor, pero su corazón se

dió a la doctora con firm

l raspado y el tirón; la vaciaron. Aquello era una manife

parte que había estado llena de esperanza y amor

mera preguntó suavemente:

se rompió y un sollozo crudo y gutural escap

sangre se mezclaba en las sábanas blancas. Susur

Julian. s

o afuera y la habitación estaba en silencio. Revisó su celular, pero no había llama

plano, besándose frente a la Torre Eiffel mientras las luces de la ciudad brillaban en la parte de atrás. El pi

el rostro. No sentía nada. El dolor era tan inm

voz carecía de emoción. "El... feto. Lo n

lo tomó con mano firme, pensando que haría pagar a ese homb

l tiempo suficiente para dejar atrás su antigua

ia el gran refrigerador de acero inoxidable, el que su es

ro, escondido detrás de una caja de leche orgánica

la puerta, escuchó una llave en

llevaba puesto el traje elegante de la foto, pero estaba un poco arrugado. El

dijo con t

en el refrigerador mientras alcanzaba una

pidamente, cerrando la puer

Estaba acostumbrado a sus lágrimas, su ira, sus súpli

elo de su bolsillo en la que había un collar

dor. "Olvidemos lo que pasó. Me llevaste a

que la habían arrestado, que l

ó, con un destello de irritación en sus ojos. "¿Por qué te está

mano con la intención de tocar