llenaba mis fosas nasales y una luz blanca y fría bañaba

regunté, con l

una ruptura de cuerpo lúteo. Una hemorragia interna bastante severa.

ma" ni un "dolorcito". Era una emergencia médica que casi me mata.

zclaba con una furia fría y profunda. Agarré mi celular, que alguien había puesto en la

algoritmo macabro, me sugirió la publicación como algo que "podría interesarme". Era de una cuenta secundaria de Ricardo, una que usaba para sus "bromas pesadas". El nombre

os comentarios de sus amigos eran peores. "¡Así se doma, mi Ricky!", "¡Con la lan

ón, los comentarios, el perfil de "El ReyToro69". Luego, busqué en mis propias fotos y e

tí una extraña calma. Marqué su

? ¡Estaba muy preocupado!" Su voz sonaba des

a voz plana. "Tuve una hemorragia i

línea. Seguramente estaba calculando

y para allá ahora mismo.

"Te llamo por otra cosa

io, esta ve

é de qué ha

ón. Vi los comentarios. Vi tu foto. 'La

hé traga

broma de mal gusto. Estaba borracho, no

n cretino. Y lo peor es que mientras yo me desangraba,

d!" gritó, a la d

a que nos una. No me llames más. No me busques. Si te

us perfiles en todas las redes sociales. Corté todo lazo digital con él. Fue como c

había te

é "Crear publicación". Y empecé a escribir.

nterna, que requirió una cirugía de urgencia. Mientras yo estaba en agonía, mi prometido, Ricardo, en lugar de ayudarme, se dedicó a publicar en redes sociales desde una cuenta anónima, refiriéndose a mí como 'su gallina' y jactándose de que me te

do, los comentarios de sus amigos, la comparación d

momento. Luego, con un dedo

chado. La guerra

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