n que le devolvía la mirada tenía los ojos vacíos, sin el brillo que solía caracterizarla. Se ajustó el vestido sencillo qu
e se sentía sucia, contaminada. Cien mil pesos. El precio de la op
en Alejandro, en su rostro pálido en la cama del hospital, en su tos débil, en cómo le susurr
n una mezcla de pánico y alivio. El dinero significaba que los médicos finalmente operarí
el pasillo de la habitación de Alejandro, pero se detuvo en seco antes de doblar la esquin
risas era la
e que esa tonta iba
de la universidad, una mujer que si
ió, llena de una burla que
e le digo. Le monté el numerito del enfermo terminal y se lo tragó e
apoyarse en la pared para no caer. Su corazón, que momentos antes latía de esperanza, ahora se c
es lo mejor que se te pudo ocurrir. ¿Y lo de la enfermedad?
el dinero, la grabaré. Tengo una cámara oculta lista. Luego subiré el video de cómo se 'sacrificó' por mí
n, junto a la ventana. Alejandro no estaba en la cama, pálido y moribundo. Estaba de pie, con un aspecto perfectamente sano, abrazando a Valeria
u enfermedad, su desesperación, todo era un teatro cruel diseñado para destruirla. La beca. Todo er
dinero que había conseguido de la forma más hum
sin ver a la gente que pasaba a su lado. Salió del hospital y el sol de la tarde le
ejandro. Ahora cada rincón le gritaba su estupidez. Vio la foto de ambos en la mesita,
tal se hizo añicos, igual que su corazón. Cayó de rodillas, el dolor era tan inmens
, su supuesta vulnerabilidad. Él nunca la amó. Solo la usó. La
o, de Londres. Por un instante, pensó en no contestar, en dejar que el m
mos?" preguntó una voz masculina
respondió, c
te del señor Thompson. Lamento informarle que su abuelo mat
e las había abandonado, que nunca se había preocupado por ellas. El hombr
gún señor Thompso
tamento, le ha dejado toda su herencia. Y su último deseo fue que usted asistiera a su fune
Funeral. Londres. Era demasiado. Pero entonces, un
u
dro, de Valeria, de la humillación que le esperaba. Una forma de de
r primera vez en horas, sonó
suelo. Ya no había dolor. Solo un frío y absoluto vacío. Y en ese vacío, una pequeña semi
alguna forma, se asegurarían de