tras pretendía leer e
ndo tareas para la universidad. Susurraban entre ellas, compartiendo miradas q
malsana, una tensión secreta en la forma e
libro a
universidad a la vuelta de la esquina, deberíamos planear una g
naron por un segundo antes de que una rápi
r la vista de su laptop. "Estaremos muy oc
vando sus reacciones como un halcón. "Rica
erceptible en los ojos de Camila. No era miedo.
n ya estaba en mar
", dijo Camila, termi
a cocina. Era hora d
haré pescado a la veracruza
scado y los chiles había sido uno de los primeros
es y chiles güeros, friéndolos en aceite de oliva. El olor era intenso, delicioso
s, escuché un
sobre la boca, su cara pálida y sudorosa. Se leva
do inconfundibl
o y la siguió, cerrando la p
"ya lo he vivido" era abrumadora, pero esta vez no había
primero, con el ceño fruncido, desafiante. Renata la seguía,
ro una máscara de p
r, ¿qué pasó? ¿
. "No es nada, mamá. Solo... el o
te encanta", dije,
gente cambia de gustos, Sofía. No es gran cos
Sofía.
ieta visible
orando a Camila. "Sube a tu cuarto y de
en el barandal, Camila me sostuvo la mirada. Sus ojos erani expresión de suave preocupación. Per
Su reacción al pescado, la forma protectora y controladora de Cami
té frente a mi computadora. La luz de l
aras espía
ores, cargadores USB, detectores de humo, inclu
entes, pagando extra por
el cuarto
el cuarto
a la sala
presentimientos. Esta vez, tendría pruebas. Pruebas
n escalofrío recorrió mi espalda. Estaba cru
o todas las líneas posib
na simple dis
ra. Y yo pen