y una
s. Antes de esa noche, yo era Ximena, la esposa compr
de todas tus capas, de dejarte cruda y expues
ese punto. Por qué tuve que romper todo
oso y carismático. Yo estudiaba comunicación y estaba enamorada de su inteligencia y su empuje. Nu
perfecta, o eso p
mos a Sofía, nuestra hija, que se convirtió en el centro
delo de la f
cidad no se c
ero más con grandes sueños. El instituto estaba lleno de mentes brillantes, la compet
actos. Me hice amiga de las esposas de sus su
muy influyente a la que Ricardo apenas le dirigía la palabra. Ella tenía diabetes, as
e piensas en todo," me d
o pasaba noches enteras revisando sus diapositivas, puliendo
solo ingenieros, Ximena, no
on una reputación de ser no solo brillante, sino t
re a tiempo completo. No me arrepentí. Ver crecer a Sofía, cuidar de mi familia, me hacía sentir completa. Era mi elecc
familia feliz. "Esto es lo que siempre quise,
jefe de departamento, luego en subdirector. Su
nombre de Estrella fue
do de una nueva investigadora joven y t
, sus ideas son revolucionarias," dijo con un e
revisaba una lista de asistente
en voz alta, bromeando. "Ten cuidado, Ricar
, pero
destello. No era molestia, no era diversión. Era... t
go desapareció, reemplazado por
rías," dijo, y
primera grieta en el perfecto edificio de mi vida. Una grieta tan fina