el Concurso Nacional de Arte Flamen

let Nacional, un honor que cualquier b

e les di, también obtuvieron resultados espectaculares, aseg

damos con champán, y me

guiente, todo

a academia, la misma que me había supli

los ojos, me a

no", dijo a los periodistas, "su madre, la jura

o Roy Lawrence, el guitarrista del

sayaba, que era perezosa, y que mi éxit

mediática

a leyenda del flamenco, fue vetada d

vertí en la vergüenza de Sevilla, la tramposa

e sopo

raición de la gente a la que ha

ité l

onces...

a me golpeó. El olor a madera y sud

a de

el moment

a Sal

Castillo resonó en la sala d

ás de treinta pares de

o Nacional. Tienes que saber cuáles serán la

las caderas, su caro vestido de ensayo rojo destacando entre todo

ulo a su alrededor, sus miradas una m

El mismo momento que

ez, algo er

o

on un 80% de acierto como en mi vida pasada

erteza. Recordaba cada palo, ca

rostro de los que

ría se dibujó

da, mi compasió

su codicia s

bas?", pregunté, mi voz

ictoriosa. "Sabíam

ondí. "Pero no de la

za había